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¿Qué es el déficit de atención con hiperactividad y por qué debes tratar a tu hijo ya mismo?
Categoría | Mente Saludable
01/09/2019

¿Qué es el déficit de atención con hiperactividad y por qué debes tratar a tu hijo ya mismo?

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¿Tu hijo no presta la suficiente atención en clases? ¿no puede estar quieto por un largo periodo de tiempo? ¿te suele interrumpir cuando hablas? Durante los primeros años, es común que los niños sean inquietos y tengan pequeños problemas para prestar atención; sin embargo, hay casos en los que este problema persiste. ¿Ese es el caso de tu hijo?

Muchas veces los padres se culpan por el comportamiento tan radical de sus hijos, que si bien puede moderarse poniéndole límites a sus pequeños; también puede tratarse de un problema que vaya más allá de un asunto de crianza, como el déficit de atención con hiperactividad, o TDAH. Aquí te explicaremos a de qué se trata.

 

  1. ¿Qué es el TDAH?

Este, es un trastorno que se origina al menos en el 5,29% de niños en el mundo, según el portal “TDAH y tú”, es de carácter neurobiológico y se manifiesta con problemas para concentrarse o prestar atención, superiores a lo normal para los niños de esa edad.

 

En muchas ocasiones, este déficit interfiere en el rendimiento de los niños en el colegio y se presenta con mayor frecuencia en los niños, que en las niñas. En el caso de no ser tratado, puede avanzar hasta la adolescencia o incluso adultez, causando dificultades en diversos ámbitos de la vida; especialmente en las relaciones sociales y de trabajo.

 

 

  1. Posibles causas

El déficit de atención con hiperactividad se origina como el resultado de distintos factores que actúan en conjunto; sin embargo, una de sus mayores causas es la heredabilidad, pues en un 76% de las ocasiones es el factor más influyente.

 

Por otro lado, también existen factores externos y ambientales que pueden ocasionar el desarrollo de este déficit, tales como:

 

  1. Síntomas

Diagnosticar esta enfermedad no es una tarea fácil, debido a que sus síntomas pueden llegar a confundirse con los comportamientos habituales de un niño inquieto; sin embargo, una constante observación podría determinar si la situación empeora.

 

Si bien no existe una edad determinada para la manifestación de este déficit; se hace más notoria entre los primeros cinco o seis años de edad. Así, los comportamientos más frecuentes de un niño con TDAH son:

 

  • Comentarios inapropiados en momentos inadecuados.
  • Problemas para controlar sus emociones (son volubles)
  • Interrumpir las conversaciones o a alguien que les está hablando.
  • Tener problemas para organizarse o seguir instrucciones.
  • Cambiar de actividades con rapidez.
  • Distraerse frecuentemente.
  • Olvidar fácilmente las cosas que deben hacer o que se les dice.
  • Tener dificultad para finalizar alguna tarea.

 

Asimismo, hay que tener en cuenta que el TDAH aumenta la probabilidad en 7 veces, de tener algún otro trastorno del tipo psiquiátrico. Entre los más frecuentes están tener trastorno negativista desafiante, trastorno de sueño y trastorno de conducta.

 

  1. Diagnóstico

En el camino a diagnosticar este mal, algunas personas pueden llegar a confundirlo con otro trastorno psicológico o consecuencia de algún episodio negativo en la vida del niño – como el divorcio de los padres o una mudanza -. Así que, para llegar a la seguridad que se tiene TDAH, se requieren de muchas evaluaciones por parte del médico especialista en psicología infantil.

 

Entre las evaluaciones, se suele empezar por una entrevista clínica al niño y a los padres. Se revisa el historial médico, el historial perinatal (del embarazo, el parto y los primeros meses del bebé), los antecedentes y si hay otros trastornos presentes.

 

  1. Tratamientos

El TDAH es un mal que no desaparece, sin embargo, existen diversos tratamientos que le enseñan al niño a controlar sus impulsos y mejorar su calidad de vida. Entre ellos, están:

 

  • Terapia conductual: Con la ayuda de un psicólogo pediátrico, se enseña al niño cómo tener control, ayudándole a lograr sus metas y a que pueda desempeñarse mejor en sus ambientes habituales.
  • Medicamentos: Entre los más comunes, están los medicamentos estimulantes que ayudan al niño a estar tranquilo y concentrarse.
  • Terapia combinada: Aquella que va de la mano de un psicólogo y un psiquiatra. Por lo general, esta es la más recomendada ya que tiene mejores resultados.

 

Finalmente, es recomendable que, si sospechas que tu hijo pueda tener el déficit de atención con hiperactividad, hables con el pediatra y la tutora de su salón de clases. Asimismo, observa más de cerca su comportamiento y la frecuencia de las actitudes que suelen reflejar este mal y que hemos mencionado en este artículo.

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