Cómo reconocer la depresión: señales y síntomas

Para algunas personas más que otras, es habitual tener etapas en las que se sienten un poco bajas de ánimo. A veces, esos estados pueden responder a un suceso que actúa como “disparador” o causa. Otras veces, no presentan un motivo aparente. Lo cierto es que todos podemos haber pasado etapas de cierta tristeza o melancolía.

El verdadero problema surge cuando ese estado anímico no es temporal, sino constante y, en lugar de ir desapareciendo, se agudiza. Es entonces cuando podríamos estar frente a un cuadro de depresión clínica, un estado anímico en el que los sentimientos de tristeza, abatimiento y frustración se prolongan por varias semanas, o más.

Posibles causas

Las causas de la depresión pueden obedecer a diversos factores, desde los genéticos y fisiológicos hasta los personales o ambientales (es decir, aquellos que se producen por influencia de nuestro entorno). Lo importante para poder tratar un cuadro de depresión es determinar el origen.

Factores genéticos:

Según estudios, la presencia de antecedentes de depresión en el ámbito familiar cercano (padres, hermanos) pueden aumentar el riesgo de sufrir de este trastorno entre 25% y 30%. En casos de gemelos, incluso se ha determinado que la posibilidad de que uno padezca de depresión es aún mayor si hay precedentes en el otro.

Factores fisiológicos:

La aparición de la depresión se ha relacionado con un descenso en los niveles de serotonina, una sustancia que se origina en las neuronas, y que ayuda a regular nuestras emociones. Existen además ciertas condiciones y enfermedades ligadas a la depresión, como la migraña, diabetes, hipertiroidismo, entre otras.

Factores personales:

Se ha determinado que existe un porcentaje mayor de depresión en mujeres que en hombres. Ellas, por ejemplo, son más susceptibles de padecer de depresión durante el embarazo y el postparto. Asimismo, la edad es también un factor: se considera que la franja comprendida entre los 35 y 45 años es la de mayor incidencia.

Factores ambientales:

Se refiere a aquellos factores externos que influyen en las emociones de la persona causando estrés, ansiedad e incapacidad para lidiar con los problemas. Estos factores pueden ser laborales, familiares, etc. La dependencia o consumo de alcohol y drogas solo agudizarán el problema.

¿Cómo reconocer la depresión?

Lo primero, es saber diferenciar la tristeza natural (como emoción causada por un acontecimiento determinado), de la tristeza patológica, que es más profunda, constante, y que puede afectarnos también físicamente. A menudo, una persona deprimida no se siente con las energías suficientes para levantarse de la cama.

Es común también que la depresión se manifieste a través de irritabilidad o incapacidad para manejar las situaciones que generan disgusto. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que estas señales no se presentarán en todos de la misma forma. Además, esto dependerá del grado de depresión por la que se esté atravesando. Algunas señales son:

• Dificultad para conciliar el sueño o exceso del mismo.

• Cambios en el apetito (que pueden ser originados por la ansiedad). A menudo esto viene acompañado de aumento o pérdida notoria de peso.

• Sentimientos de inutilidad.

• Dificultad para concentrarse.

• Inactividad o abandono de las actividades usuales.

• Sentimientos de desesperanza.

• Pérdida de placer en actividades que la persona solía disfrutar, incluyendo las relaciones sexuales.

• Pensamientos persistentes de muerte o suicidio.

A pesar de que los síntomas de la depresión pueden ser reconocibles, no es aconsejable realizar el diagnóstico por nuestra cuenta. Si detectamos que nosotros, o alguien más, presenta estas señales, lo aconsejable es acudir a un psicólogo, quien podrá realizar el diagnóstico, indagar en sus causas, y prescribir el tratamiento adecuado.

La depresión clínica es completamente tratable. Se considera que, de cada 10 personas con depresión, más de ocho se sentirán mejor con ayuda profesional. El médico decidirá si el tratamiento se limitará a las sesiones en el consultorio, o se incluirán medicamentos antidepresivos.