El huevo ¿Puede ser peligroso?

Todo, en exceso, puede ser peligroso. Hasta los alimentos más sanos y la inofensiva agua, pueden, en demasía, constituir un riesgo para el organismo. En el caso de los huevos, un alimento ancestral del hombre, se han tejido muchas historias y se crearon mitos que no tienen ninguna base científica. Siempre es bueno saber algo sobre este alimento natural...
Se dice, por ejemplo, que al ser ricos en colesterol, los huevos no deben consumirse si el nivel de éste es alto en el organismo. Es cierto que los huevos son ricos en colesterol, especialmente en la yema; sin embargo muchos estudios científicos demuestran que el colesterol del huevo no cambia los valores de éste en la sangre, lo que hace que se pueda tomar hasta cuatro veces por semana, por más que tengamos el colesterol superando los niveles normales. Otro de los mitos que no tiene ninguna base es que quien tiene el colesterol alto, solo debe comer únicamente la clara del huevo, la parte blanca. Es cierto que la yema es rica en colesterol, pero lo que se cree cierto por haberlo escuchado repetidas veces, no es necesariamente así. La yema de huevo contiene nutrientes de mucha importancia, para conseguir una alimentación bien balanceada y las “dietas”, en esto, no tienen ninguna razón; probablemente exista en este caso una asociación con respecto a los colores. También es un cuento que el huevo haga daño al hígado de los niños;no hay nada ni medianamente fundamentado que pueda respaldar esto, porque el huevo es el alimento natural que tiene los más altos y mejores valores nutritivos, e incluso es aconsejable consumir un huevo cada día después que el niño haya cumplido los seis meses.
Hay gente que cree que agregando dos huevos crudos al jugo, a la hora de desayunar, ayuda a su organismo y muchos deportistas tienen esta costumbre; hacerlo es como tirar los huevos a la basura, porque para que el huevo cumpla sus funciones nutritivas, tiene que estar cocinado. Sí es muy importante que los adultos consuman un huevo diario, porque este va a aportar una proteína de muy alto valor biológico, a un costo sumamente bajo y si se usa y consume en preparaciones que sean bajas en grasa, el huevo aportará muy pocas calorías.
El huevo al ser el alimento por excelencia, tendría que ser consumido por las mujeres embarazadas a razón de uno diario. Cuando el embarazo haya terminado, es recomendable continuar con el consumo diario, porque las demandas de nutrición crecen con la lactancia y son aún más grandes que las que existen durante el embarazo.
Es bueno terminar como empezamos: no existen razones, a no ser que en algún caso específico la opinión del médico sea diferente, para no comer huevos. Eso sí, teniendo siempre en cuenta que todo exceso será dañino para nuestro organismo.