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Fibrosis Quística
Categoría | ABC
12/04/2016

Fibrosis Quística

Índice de contenidos

¿Qué es?
La fibrosis quística (FQ) es una enfermedad genética, crónica y hereditaria que afecta a los pulmones, el páncreas, hígado e intestinos. Esta afección se caracteriza por la acumulación de moco espeso en los órganos mencionados, lo cual puede generar infecciones potencialmente mortales.
¿Cómo se ocasiona?
La fibrosis quística es causada por una falla genética que ocasiona la producción de una sustancia pegajosa y espesa conocida como moco. Esta sustancia, que se amontona principalmente en las vías respiratorias y en menor medida en el páncreas, hígado e intestinos, puede provocar infecciones pulmonares y problemas digestivos. Asimismo, en la mayoría de los casos afecta a niños y adultos jóvenes.
¿Cuáles son los síntomas?
Cuando la fibrosis quística afecta a recién nacidos o niños, los síntomas pueden abarcar retraso en el desarrollo físico y altas concentraciones de sal en el sudor.
Cuando la enfermedad altera el funcionamiento de los pulmones, los síntomas pueden comprender tos constante y acumulación de la mucosidad en los senos paranasales y los pulmones, sensación de fatiga, aumento de la temperatura corporal, dificultad para respirar y congestión nasal.
En los casos que la fibrosis quística afecte a los intestinos, los síntomas pueden manifestarse a través del estreñimiento acompañado de inflamación y dolor abdominal, náuseas y pérdida de apetito, gases y pérdida de peso.
Si esta afección se desarrolla en los jóvenes adultos, los síntomas pueden ser inflamación del páncreas, dificultad para respirar, malformación de los dedos de las extremidades y esterilidad en los hombres.
Tratamiento
La fibrosis quística no tiene cura, pero un diagnóstico temprano y un tratamiento médico adecuado contrarrestan significativamente los síntomas y aumentan la calidad de vida del paciente.
El tratamiento médico puede abarcar antibióticos para evitar infecciones pulmonares, inhaladores para despejar las vías respiratorias y vacunas antigripales. Asimismo, la actividad física también es recomendable para reducir las cantidades de moco acumulado en las vías respiratorias.
En el caso que la fibrosis quística afecte las funciones intestinales, el tratamiento puede comprender una dieta alta en proteínas y calorías, enzimas pancreáticas para absorber las grasas y suplementos de vitaminas A, D y E.
No obstante, el médico es quien indicará el tratamiento a seguir luego que diagnostique la enfermedad a través de pruebas de sangre para detectar si el paciente padece de la falla genérica que produce esta afección hereditaria.
¿Cómo se previene?
La fibrosis quística no se puede prevenir. Sin embargo, los pacientes que padecen de esta afección hereditaria deben evitar la exposición de humo, polvo y vapores. Asimismo, deben hidratarse varias veces al día y realizar un deporte o actividad física para disminuir la acumulación del moco.
Revisado por la Dirección Científica y Académica de Auna

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