Trastornos de sueño más frecuentes en niños y cómo tratarlos

Al igual que los adultos, los niños sufren de trastornos de sueño. Aproximadamente la cuarta parte de las visitas al pediatra están ligadas a algún problema de este tipo. Estos se caracterizan por dificultar la conciliación del sueño o generar conductas anormales al momento de dormir.

Aquí te contaremos cuáles son los principales y más frecuentes trastornos de sueño en los niños. Los padres cumplen un papel preponderante para ayudar a sus hijos pues ellos necesitan un sueño profundo para crecer y vivir totalmente sanos. De esta manera, estarán despiertos durante el día para poder aprender y jugar.

¿Cuáles son los trastornos más comunes?

• Insomnio

Se caracteriza por la dificultad de conciliar el sueño o poder mantenerlo por largas horas (o sea, se despierta constantemente en la noche). Este, normalmente, se origina por una ‘mala higiene’ del sueño. Es decir, que los padres no han educado correctamente a los niños en sus hábitos de descanso desde que eran bebés.

Sin embargo, puede haber otras razones más profundas que se producen cuando los pequeños están bajo mucha tensión, estrés o ansiedad. Incluso, también, podría ser a causa de un desorden alimenticio. Por ello, lo primero que deben hacer los papás es acudir a un pediatra.

Este especialista se encargará de diagnosticar el origen del insomnio y brindará la solución apropiada para solucionarlo. Pero, si el problema aún se mantiene, será necesario una polisomnografía o estudio del sueño. Un examen que evalúa la actividad cerebral, la respiración, el ritmo cardiaco mientras el paciente duerme o trata de dormir.

• Síndrome de la apnea-hipopnea del sueño

También conocido como SAHS, es un trastorno de la respiración durante el sueño que se caracteriza por la obstrucción, completa (apnea) o parcial (hipopnea), de las vías respiratorias superiores. El niño intenta persistentemente poder respirar, pero le resulta imposible.

Como consecuencia, el sueño se ve interrumpido constantemente, las respiraciones son muy pesadas (a veces acompañadas de ronquidos) y con pausas largas. Con el tiempo, si no es tratado de la manera adecuada, puede ocasionar graves problemas en la salud, como hipertensión.

Los factores de riesgo pueden ser varios, y si el pequeño cuenta con más de uno es muy probable que sufra este trastorno. El factor más importante es la presencia de amígdalas y/o adenoides grandes, los cuales pueden bloquear las vías respiratorias.

Las amígdalas se ubican en la parte trasera de la garganta, mientras que los adenoides están en la parte alta y no puede verse con facilidad por la boca. Ellos pueden tener un tamaño tan grande que terminan bloqueando la parte trasera de la garganta. Otros factores son la obesidad, antecedentes familiares y tener el paladar hendido.

El tratamiento para esta enfermedad va desde la extirpación de las amígdalas o adenoides, una traqueotomía o el uso de una máscara que bombea aire para respirar más fácilmente (CPAP nasal). Este último es el más común en los casos que no pueden ser resueltos con una cirugía.

• Pesadillas

Las pesadillas se caracterizan por presentar sueños tan vívidos que causan pánico y ansiedad en los niños. Por ello, los niños se despiertan súbitamente en estado de alerta. Y, usualmente, terminan creyendo que el sueño ocurrió realmente.

La fatiga, el estrés y la ansiedad suelen favorecer a la aparición de este trastorno. Sin embargo, es común que suceda. Pero, si ello ocurre muy seguido en un periodo muy corto, es necesario que vayas al pediatra con tu pequeño(a).

Cuando suceda, cálmalo y habla con él(ella) e intenta que vuelva a dormir. Si quiere hablar contigo, escúchalo(a). De esta manera, lograrás que descanse sin problemas.