Conociendo los lunares

Todos tenemos lunares, esas peculiares marcas que caracterizan a nuestra piel que pueden ser una fuente de curiosidad, admiración o incluso preocupación. Pueden variar en forma, tamaño o color y cada uno de ellos tiene su propia historia que contar. En este artículo, vamos a sumergirnos en el fascinante mundo de los lunares, explorando qué son y descubriendo los diferentes tipos que pueden adornar nuestra piel.

¿Qué es un lunar?

Lo real es que si un lunar puede verse gracioso o bonito, es un crecimiento en la piel de células llamadas melanocitos, que están rodeadas de tejido. Los lunares son muy comunes y cada persona puede tener entre 10 y 40. Suelen aparecer hasta más o menos los 40 años de edad.

La forma y color de los lunares varía, pudiendo ser oscuros, marrones o rosados; pueden ser redondos u ovalados,  planos o de forma sobresaliente. Generalmente no son más grandes que el borrador de un lápiz común.

¿Qué es un lunar atípico?

Si es que un lunar tuviera una forma atípica, fuera anormalmente oscuro o se notara algún crecimiento o cambio en él, lo recomendable es acudir a un dermatólogo, médico especialista en piel, para que lo examine, pues este tipo de lunares pueden desarrollar lo que se llama melanoma, que es un tipo de cáncer a la piel.

¿Cómo identificar un lunar atípico?

Es bueno diferenciar lo que comúnmente se llama “marcas de nacimiento” que no son lunares sino manchas de la piel, producidas por el pigmento. Tampoco hay que confundirlos con las pecas que son pequeñas manchas causadas desde el nacimiento, por el pigmento, en la piel.

Los lunares cuando se muestran atípicos en color, forma o son sensibles (pican, escuecen o duelen) son necesariamente pasibles de ser examinados para efectuar el descarte correspondiente y recetar el tratamiento necesario en cualquier caso. Siempre es bueno saber que los lunares son marcas inofensivas y para ello lo correcto es consultar con un especialista.

Regla del ABCDE de los lunares

La regla del ABCDE de los lunares es una serie de criterios que recomiendan los dermatólogos para diferenciar los lunares normales de las lesiones cancerígenas como el melanoma. Entre los aspectos que se tienen en cuenta están la asimetría, los bordes, el color, el diámetro y la evolución.

A continuación te explicamos qué debes observar en cada criterio de la regla del ABCDE:

• Asimetría. Si la mitad del lunar no corresponde con la otra mitad
• Borde. Si son irregulares, desiguales, ondulados o poco definidos
• Color. Si el color varía de una zona a otra, tienen sombras de color marrón o negras, así como manchas rosadas, rojas, azules o blancas
• Diámetro. Si el lunar mide más de 6 milímetros de ancho (aunque también hay melanomas más pequeños).
• Evolución. Si el lunar ha cambiado de tamaño, forma o color.

También debes prestar atención a estas señales: una llaga que no cicatriza, enrojecimiento o una nueva inflamación más allá del borde del lunar y cambios en la superficie de un lunar (descamación, exudación, sangrado u otros).

Si notas alguna de estas señales, ¡no la dejes pasar! Acude a un especialista y protégete del Cáncer de Piel.